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EL UNIVERSITARIO

En atención a la gentileza de nuestro Presidente el Dr. José Luis Haddad Tame, me siento halagado con su invitación para escribir algunas notas y reflexiones sobre el Maestro Fernando Ortiz Monasterio en su vida como universitario. Como no es posible utilizar una metodología cartesiana para dividir a nuestro personaje en diversos segmentos como hombre, padre de familia, científico, médico, deportista y maestro; lo indivisible del individuo nos hace aceptarlo como tal, con sus grandes aciertos y logros, que fueron muchos, pero también con sus defectos, en esa mezcla tan singular que es indispensable tener para considerarse un elemento de la especie homo sapiens.

Figura 1.- Dr. Julián González Méndez. Implantó la cátedra de Terapéutica Quirúrgica en animales en la Escuela de Medicina, U.N.A.M.  Profesor del alumno Fernando Ortiz Monasterio en 1943.

Figura 2.- Dr. Fernando Ortiz Monasterio, Profesor del Curso de Posgrado en Cirugía Plástica y Reconstructiva desde 1960. 

Figura 3.- Académico Fernando Ortiz Monasterio, Presidente de la Academia Nacional de Medicina.

Figura 4.- Dr. Fernando Ortiz Monasterio, Profesor Emérito de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Es importante señalar que fue un hombre polifacético, que de igual manera representó deportivamente a México en las Olimpiadas (Tokio,1964), que tuvo una gran pasión por la pintura y un apasionado interés por la historia. Así como facilitaba en préstamo parte de su excelente colección iconográfica a diversas galerías, también acudía con frecuencia a sitios arqueológicos prehispánicos para profundizar su vasto conocimiento en nuestra historia precolombina.
 

Fernando Ortiz Monasterio nació en la ciudad de México, el 23 de Julio de 1923. Realizó la licenciatura en la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, durante los años 1940 a 1945, para lograr su recepción profesional el 6 de Julio de 1946.   Su amor por la cirugía apareció durante la etapa de estudios de licenciatura cuando tuvo como profesor a Don Julián González Méndez (fig.1) , quién implantó la enseñanza de Terapéutica Quirúrgica en animales, en la Facultad de Medicina. Como alumno interesado en aprovechar su aprendizaje se inclinó también por la experiencia docente y al siguiente año solicitó y fue aceptado como Ayudante de Profesor del Dr. González Méndez. Esto lo convirtió en académico universitario cuando aún era alumno de licenciatura, lo que produjo 50 años después, el extraño fenómeno de ser nombrado Profesor Emérito de la Facultad de Medicina de la U.N.A.M., con 50 años de profesor universitario, antes de cumplir ese periodo de recepción profesional.

Su etapa de postgrado la inició en pleno tiempo de la postguerra, en los momentos en que los nuevos sistemas de transmisión del conocimiento suplían paulatinamente los antiguos sistemas europeos de enseñanza tutorial y esto lo hizo comprender que el dominio verdadero de las disciplinas médicas requiere de largos años de continuado esfuerzo. Ingresó al Hospital General de México para formarse como cirujano general al lado del Dr. Mario Vergara Soto, con el cuál trabajó durante 4 años. En ese lapso, además de tener una gran cantidad de trabajo quirúrgico y una excelente oportunidad de aprendizaje clínico, se vio forzado a adquirir una disciplina rígida para el estudio, que fue muy importante por el resto de su vida. Al terminar este periodo aprovecho su inquietud por ir a Estados Unidos para aprender cirugía plástica, una nueva especialidad que manejaba otra temática y se interesaba en padecimientos, problemas quirúrgicos y enfoques terapéuticos, que en general no se conocía en nuestro país.


Después de tres años de entrenamiento en diversas ciudades de Norteamérica, regresó a su casa, el Hospital General de México y se tuvo que enfrentar con las vicisitudes del desconocimiento de la especialidad, pero en base al esfuerzo cotidiano logró obtener unas cuantas camas en diferentes servicios, para ejercer al principio una práctica asistencial trashumante.  Como al paso del tiempo demostró la necesidad de un servicio propio, le otorgaron la mitad del Pabellón 7 y en ese espacio es donde nació el servicio de Cirugía Plástica en 1954 y el curso de la especialidad en 1960. (Fig.2)


Influido por las ideas de las residencias americanas, crea en el año 1956 la primera residencia de esta especialidad en México.  La División de Estudios Superiores de la Facultad de Medicina, UNAM., lo aprobó como curso universitario hasta que el programa cumplió con todos los requisitos, esto sucedió hasta 1960, pero desde entonces mantuvo lineamientos tan elevados de docencia que hay que reconocer, que los parámetros de este modelo son los que se han seguido en todas las residencias de nuestra especialidad en el país. 


Otro mérito en la docencia lo constituye la creación del Concurso Nacional de Residentes de Cirugía Plástica, en 1971; mismo evento que desde hace 17 años lleva su nombre.  Este exitoso  desarrollo ha entusiasmado e impulsado a cientos de residentes de todos los servicios, por los senderos del estudio y la ruta de la investigación científica.

 

Para 1974 accedió a la Presidencia de la Academia Nacional de Medicina y desde entonces hasta 1984 se desempeñó como Coordinador del Comité de Certificación de Especialidades en la Academia Nacional de Medicina en colaboración con la Secretaría de Salubridad y Asistencia. Esto reviste una gran importancia para los cursos universitarios ya que esa etapa fue en la cual se consolidaron los rubros que rigen hasta la fecha, a todas las especialidades médicas del país, y que les confieren homogeneidad en los parámetros básicos. Específicamente al como enseñar, donde enseñar y cuanto tiempo se requiere de aprendizaje. (Fig.3)  Siempre pugnó por mantener la mas estrecha relación entre la Academia de Medicina, los Consejos de Especialidades y las Universidades del país.
 

Desde1982 lo nombraron Asesor Académico de los Cursos de Maestría y Doctorado en Ciencias Médicas de la División de Estudios de Posgrado de la U.N.A.M.  
 

Para el año de 1992 la Universidad Nacional Autónoma de México, le otorgó el “Premio de Docencia en Ciencias Naturales”, el cual pocos médicos han conseguido.



Dentro de su vasta producción científica de 7 libros, así como 220 publicaciones entre artículos y capítulos de libros, existen algunos de evidente carácter docente que se constituyen en aportaciones en el desarrollo de la formación de especialistas en México. (1-4)

En 1994, la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM lo nombró Coordinador del Comité Académico de Cirugía Plástica y Reconstructiva. Esto llevó consigo la responsabilidad de supervisar, evaluar y coordinar la enseñanza de siete cursos universitarios de posgrado que están avalados por la UNAM, en siete diferentes instituciones. Se incrementa la importancia del hecho al notar que en esa etapa de implementó el Programa Único de Especialidades Médicas. Este cargo lo ejerció hasta 2004 y al finalizar, por insistencia del resto de los comitentes se mantuvo como miembro permanente del Comité hasta su fallecimiento.


También en 1994 recibió por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México la designación de Profesor Emérito en razón a sus 50 años de Académico. Este hecho fue refrendado por el AAPAUNAM al otorgarle la medalla al “Mérito Académico”. Esto nos dice que desde 1960 hasta 1994 fue Profesor Titular de Posgrado en nuestra Especialidad. Pero a partir de ahí, como Profesor Emérito y otro profesor titular del curso de posgrado, siempre mantuvo una participación activa en el curso del Hospital Gea González y continuó con sus labores de Investigación, por lo cual desde 1998 fue designado como Investigador Nacional Nivel III, del Sistema Nacional de Investigadores. (Fig. 4)

Como personaje académico internacional, ocupó la presidencia en muchas Asociaciones y Sociedades. Evidentemente en México, la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva y la Academia Nacional de Medicina, por mencionar algunas, pero también varias internacionales en donde destaca, la Presidencia de la American Association of Plastic Surgeons, que es una agrupación de profesores universitarios, donde solamente un Canadiense y él han ocupado ese cargo como extranjeros. A esta asociación fue propuesto para el cargo por un distinguido profesor norteamericano, el Dr. Harry J. Buncke.
 

Con estas características, es posible explicarse porque fue Profesor Huésped de 23 Universidades en el mundo, como la Universidad de Sao Paulo, Harvard University en el Mass General Hospital, y McGill University en Montreal, solo por mencionar algunas. Le han otorgado 27 Conferencias Especiales, que van desde la Conferencia “Federico Gómez” en 1974, hasta la Conferencia “Miguel Jiménez” en 2006, ambas en la Academia Nacional de Medicina, pasando por The Tord Skoog Lecture en Upsala, Suecia en 1978, The Kasanjian Lecture en la Universidad de Nueva York, The Reed Dingman Lecture en Michigan en 1990, o The Dufourmental Lecture en Paris en 1997. 
 

Así mismo, recibió 4 doctorados Honoris Causa y 21 premios y condecoraciones, de estos posiblemente destacan el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Tulouse, Francia, la Medalla "Johann Friedrich Dieffenbach", el Premio a la Excelencia Médica.  Cirujano Plástico del Siglo XX, Otorgado por la Secretaria de Salud en el  2000  y  la Medalla “Paul Tessier”,  otorgada por The Internacional Society of Craniofacial  Surgery en  Australia, 2005. Pero puedo  asegurar que nada lo hizo sentir mas orgulloso que  ser recipiendario del Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional Autónoma de México en el año 2010. (Fig.5)
 

Con un universitario de tal magnitud se entiende la profundidad filosófica del lema

“Por mi raza hablará el espíritu”.
Dr. Nicolás Sastré
Ciudad de México, 2013.


BIBLIOGRAFIA.
1.- Ortiz-Monasterio F: El adiestramiento de los especialistas y la reglamentación de las especialidades.

Gaceta Med Mex,1970;100:7-12.
2.- Ortiz-Monasterio F: La enseñanza médica de postgrado durante los últimos 40 años. en La evolución de la medicina en México durante las últimas cuatro décadas.

Ed. De la Fuente R, Kumate J, Martínez BM, Perez-Tamayo R, Sepulveda B y Soberón G. El Colegio Nacional. México, 1983; pp:73-88.
3.- Ortiz Monasterio, F. Las especialidades médicas en México.  Cirugía reconstructiva. en “La Salud en México”. Ed. Soberon, G., Kumate J., y Laguna, J.Testimonios, 1988.  Biblioteca Mexicana de Salud. México, 1988
4.- Alvarez Manilla JM, De la Fuente JR, Narro RJ, Ortiz-Monasterio F, Treviño N y Villalpando J: Los desafíos de la educación médica. en Los desafíos de la Educación Médica en México.

Ed. Sistema de Universidad Abierta, México, 1990.

Figura 5.- Dr. Fernando Ortiz Monasterio Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional Autónoma de México.

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