
Escuela del Hospital General de México
El Hospital General de México fue construido en los primeros años del siglo XX, siguiendo el modelo europeo de múltiples pabellones aislados, rodeados de jardines dentro de un gran predio que ocupaba varias manzanas de la ciudad. Para mediados del siglo, el modelo había sido superado.
En los inicios de la década de los cincuenta, la Cirugía Plástica en nuestro País era ante todo una práctica de cirujanos generales que no trataban a sus pacientes con los conceptos y los recursos que la especialidad hoy ofrece. La Cirugía Estética había conseguido una mayor difusión; por su parte los procedimientos reconstructivos se relegaban a un segundo plano.
En aquellos años no había Residencias o cursos de Especialización. Sencillamente, el médico interesado en ésta rama de la cirugía solicitaba la ayuda del médico que la realizaba; con el paso del tiempo, como consecuencia de ésta preparación, el médico interesado llegaba a ejercer la especialidad.
La división de la medicina en sus especialidades principales ya estaba bien establecida en México desde aquella década. Ese camino, abierto por el Dr. Ignacio Chávez en Cardiología, y por el Dr. Ismael Cossío Villegas en Neumología, desarrolló una escuela mexicana de alto nivel en muchas ramas del conocimiento médico.
El primer programa de Residencia Hospitalaria, establecido por el Dr. Aquilino Villanueva en el Hospital General de México, se diseñó para complementar los conocimientos de los médicos jóvenes y como una base para el aprendizaje especializado; no obstante, la enseñanza seguía siendo tutelar. El aspirante a médico especialista emprendía de esta manera un largo proceso que implicaba o daba por hecho su trabajo gratuito como “externo”. Aun no existían programas bien establecidos.
En 1950, los Drs. Alfonso Serrano Rebeil y Fernando Ortiz Monasterio trabajaban en el Pabellón 2 del Hospital General de México, donde se localizaba el Servicio de Cirugía General del Dr. Mario Vergara Soto, quien les permitió desarrollar la Cirugía Reconstructiva. El maestro de terapéutica quirúrgica era el Dr. Vergara Soto y su ayudante el Dr. Ortiz Monasterio. Muchos de los temas se referían a las quemaduras, los electrolitos y la cirugía reconstructiva.
El Dr. Alfonso Serrano tenía poco tiempo de haber regresado de su entrenamiento en los Estados Unidos, específicamente en el Hospital Naval de San Diego, California. De esta manera, en 1950 se inició el ciclo de la Cirugía Plástica y Reconstructiva en el Hospital General de México.
El Dr. Ortiz Monasterio participaba en las operaciones que estaban a cargo del Dr. Serrano y así comenzó su entrenamiento en México. Serrano, amigo de Ortiz Monasterio desde muchos años antes, le propuso que se entrenara en la Cirugía Plástica y Reconstructiva que -aseguraba- era la cirugía del futuro. El Dr. Ortiz Monasterio aceptó el reto, partió a la Universidad de Texas, en Gálveston, y se entrenó durante dos años.
De vuelta en el Hospital General, en 1953, el Dr. Ortiz Monasterio hizo mancuerna con el Dr. Serrano y su trabajo conjunto fue decisivo para la Especialidad. Por ese tiempo, El Dr. Gustavo Barrera comenzó a asistir al pabellón 2 y el interés que demostró fue la pauta para integrarse al equipo.
Más tarde, en 1954, el Dr. Barrera empezó su entrenamiento en Cirugía General. Entre otros pabellones del Hospital General, pasó por Otorrinolaringología–con los Drs. Andrade Pradillo y Tapia Acuña-, por Oncología-con el Dr. Guillermo Montaño- y diversos pabellones de Cirugía General.
En ese entonces no existía un Servicio de Cirugía Plástica establecido como tal. Sin embargo, en diferentes pabellones se internaban y atendían pacientes con los recursos de ésta especialidad. Al “equipo móvil” de los Drs. Fernando Ortiz Monasterio, Alfonso Serrano y Gustavo Barrera se le veía operar como un grupo itinerante. En el pabellón de oftalmología realizaba la cirugía reconstructiva de los párpados. En el pabellón de Ortopedia los cirujanos plásticos eran quienes sabían hacer colgajos cruzados de pierna para cubrir las tibias expuestas. Lo mismo sucedía con las lesiones de la mano que se complicaban y requerían de la magia del Cirujano Plástico para restituirlas y volverlas útiles de nuevo. En el pabellón 11, pilar de la Dermatología mexicana, trabajaron los Drs. Fernando Latapí, Guillermo Escalona y Arturo Peniche; ahí atendían los carcinomas basocelulares tan frecuentes en la patología de la piel.
En el pabellón 13 de Oncología, los Drs. Guillermo Montaño, Manuel Velasco Arce y Horacio Zalce Torres inauguraron el enfoque reconstructivo post resecciones tumorales. Día tras día, como consecuencia de los buenos resultados obtenidos por Serrano, Ortiz Monasterio y Barrera, la Cirugía Plástica empezó a ganar reconocimiento en nuestro Hospital, ya que solucionaba problemas de otras Especialidades que no eran resueltos convenientemente por la falta de recursos quirúrgicos.
El aumento constante de pacientes que requerían los servicios de la Cirugía Plástica propició que éstos se dispersaran por todo el Hospital General o, mejor dicho, en donde les daban cabida; Dermatología, Oncología, Cirugía General. Las autoridades del Hospital entendieron la necesidad de contar con un Servicio de Cirugía Plástica y, por lo mismo, convocaron a un concurso para nombrar al Jefe de Servicio, que ganó el Dr. Fernando Ortiz Monasterio.
A su vez, la División de Estudios Superiores de la Facultad de Medicina de la UNAM, bajo la dirección del Dr. Bernardo Sepúlveda, organizó los Cursos de Adiestramiento de las Especialidades. En el caso de la Cirugía Plástica, ya que en el pabellón 7 se contaba con camas asignadas, Ortiz Monasterio y Serrano organizaron en 1960 un curso de Posgrado que hizo posible, desde entonces y hasta nuestros días, la formación de cirujanos plásticos que trabajan en todos los rincones de México y en otros Países, para beneficio de innumerables pacientes.
Dicho Curso fue registrado como “Adiestramiento Clínico en Cirugía Plástica y Reconstructiva”. Su profesor titular el Dr. Ortiz Monasterio, contó con la invaluable colaboración de los Drs. Alfonso Serrano y Carlos Sánchez Mota. El Dr. Serrano fue muy generoso al compartir sus conocimientos en el Curso. Más tarde se agregaron como profesores los Drs. Enrique Margarit y Sergio Zenteno.
Ortiz Monasterio y Serrano aplicaron el modelo de las residencias estadounidenses que había sido el camino de su aprendizaje, adaptado-desde luego-a las condiciones de México.
Convocaron a una Residencia de tres años con un requisito previo de dos años en Cirugía General. El programa sustentó la primera Residencia de Especialidad en Cirugía Plástica, afiliada a la UNAM en la Ciudad de México, y sería adoptado más tarde en otros Servicios del Hospital General de México.
El Dr. Gustavo Barrera fue el primer alumno del Curso de Especialización en Cirugía Plástica y además pasó de alumno a profesor en el lapso de un año, le siguieron-entre otros-el Dr. Joaquín Araico, quien fundaría el curso del IMSS y el Dr. Mario Becerra quien crearía el curso de los SMDDF y PEMEX.
Bajo la dirección del Dr. Clemente Robles, en 1969 y luego de una remodelación del Hospital General, el Servicio de Cirugía Plástica se mudó al pabellón 25-que después sería 501-donde el número de camas aumentó a 48 y se contaba con tres quirófanos para los turnos matutino y vespertino, terapia posoperatoria, cuartos de curaciones, cubículos, aula, biblioteca, comedor, etc. etc. Por fín se contaba con un Servicio en toda la extensión de la palabra y la productividad no se hizo esperar. Se organizaron las clínicas de Labio y Paladar Hendidos, Craneofacial, Maxilofacial, Mano, Microcirugía y Estética-todas multidisciplinarias-que desde entonces han generado beneficios tangibles. Se integraron como profesores los Drs. Antonio Fuente del Campo, Ignacio Trigos, Enrique Vinageras y Nicolás Sastré.
El Dr. Enrique Margarit fue alumno del doctor Valdez Villareal, emprendió el camino de la Cirugía General en 1952. En aquel entonces, la del Hospital General era una carrera sui generis; por ejemplo, se podía ser Residente durante un año, luego esperar como Médico Externo (aspirante) sin plaza ni sueldo, tan solo adscrito a un sitio determinando; el aspirante, podía pasar por otros Servicios, como aprendizaje, hasta que ocurriera algún deceso. La plaza del médico fallecido se sometía a un Concurso de Oposición, pero no había Especialidades y, por lo tanto, no había Concurso de Oposición por Especialidades.
Después de aprobar su Examen de Oposición, el Dr. Margarit ingresó como Médico Adscrito al pabellón 19 de Cirugía General. El Jefe del Servicio era el Dr. Valdez Villareal y el Subjefe era el Dr. Cancino, a quien más tarde suplió el Dr. Roberto Haddad, padre de José Luís, nuestro actual Presidente. El Dr. Margarit se familiarizó con el trabajo quirúrgico de los Drs. Ortiz Monasterio, Serrano y Barrera, quienes tenían entonces un pabellón compartido con el Servicio de Ortopedia. El Jefe del Servicio era el Dr. Pablo Mendizábal. El Dr. Margarit solicitó pasar tres meses al Servicio de Cirugía Plástica, un lapso que al concluir renovó y se prolongó indefinidamente.
En agosto de 1977, El Dr. Ortiz Monasterio decidió cambiar de lugar el Servicio, por ser nombrado Director del Hospital Manuel Gea González. Durante una junta celebrada el 19 de noviembre de 1977, en su oficina del Servicio del Hospital General, se tomaron decisiones personales. Acompañaron al doctor Ortiz Monasterio en el cambio los Drs. Gustavo Barrera, Ignacio Trigos, Nicolás Sastré y Antonio Fuente del Campo. En el Hospital General permanecieron los Drs. Enrique Margarit y Sergio Zenteno, acompañados por tres médicos recién egresados, que serían la última generación de residentes del Dr. Ortiz Monasterio en el Hospital General: los Drs. Carlos Del Vecchyo, Pedro Jaidar y Ramón Trejo. Ellos enfrentaron la responsabilidad de continuar con la Cirugía Plástica en el Hospital General de México.
El Dr. Margarit fue nombrado en 1978 Jefe de Servicio y Profesor Titular del curso de Posgrado, y el Dr. Del Vecchyo Profesor Adjunto.
En 1991 el Dr. Margarit es nombrado Consultor Técnico y le siguen en la Jefatura del Servicio en 1992 Sergio Zenteno, en 1996 el Dr. Nicolás Sastré que había regresado del Gea y la UNAM, en 2002 el Dr. Carlos Del Vecchyo y en 2010 la Dra. Silvia Espinosa.
A partir de 1978 han participado como Médicos de base y Profesores, Cirujanos Plásticos destacados que han sido pilares en la formación de nuestros Residentes y por supuesto la atención de nuestros pacientes. Ocupan un lugar especial Carlos Merino, formado en el IMSS con Joaquín Araico, José Luis Haddad, formado en PEMEX con Mario Becerra, Armando Martinez, alumno de Enrique Margarit en el Hospital General y Raymundo Torres, alumno de Jorge Gonzalez Rentería en los SMDDF. Algunos de nuestros Ex residentes se han quedado en el Servicio a aportar su granito de arena, puedo mencionar a Antonio Domínguez, Antonio Ugalde, Raymundo Priego, Bernardo Baltazar, y otros formados en diferentes Cursos que permanecieron un tiempo en el Servicio como Martín Manzo, José Escamilla, Rafael Reynoso y Abel de la Peña.
En el pabellón 501 laboramos intensamente hasta octubre de 1995, cuando fuimos desalojados como consecuencia de un sismo; nos ubicaron durante dos años en el pabellón 307 de Cirugía General y luego nos instalaron en una parte del pabellón 109 de Dermatología. Finalmente el Dr. Carlos Del Vecchyo consigue y remodela las instalaciones del pabellón 104 de Cirugía General, donde permanecemos hasta el momento.
Gracias al esfuerzo de todos, seguimos brindando una atención de calidad a nuestros pacientes. Conservamos el reconocimiento nacional como Curso de Posgrado y mantenemos vigente la investigación y su difusión. El propósito fundamental es sostener y desarrollar el prestigio de la Cirugía Plástica; y como seguramente lo pensaron nuestros maestros hace más de medio siglo, sobreviviremos muchos años.
Dr. Carlos Del Vecchyo Calcáneo




BIBLIOGRAFÍA.
1.- La cirugía plástica en México. Una historia colectiva. Dr. Carlos Del Vecchyo, Dr. Héctor Nuñez. Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, A. C. 1993.
2.- Medio siglo de una historia que todavía se escribe. Dr. Carlos del Vecchyo. Cirugía Plástica, Vol. 14, Num. 2, 2004.
3.- La cirugía plástica en el Hospital General de México. Dr. Carlos Del Vecchyo. Revista Médica del Hospital General de México. Vol. 64, Num. 1, 2001.