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Dr. Eric Santamaría Linares

Es para mí un honor y un privilegio poder participar a través de este Boletín en este homenaje póstumo de la AMCPER al Dr. Fernando Ortiz Monasterio, con quien tuve la oportunidad de hacer mi residencia y trabajar muy cercanamente hasta el final de sus días como médico adscrito al servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital General Dr. Manuel Gea González.

 

El Dr. Fernando Ortiz Monasterio fue en vida y seguirá siendo por muchos años el Cirujano Plástico Mexicano más reconocido a nivel mundial y sin la menor duda, se encuentra dentro de los 100 Cirujanos Plásticos que han trascendido en toda la historia de la cirugía plástica, tanto por sus aportaciones científicas como por su carrera académica. Su gran inteligencia y mentalidad inquisitiva nos obligan a pensar que si pudiéramos clonar su cerebro, tendríamos infinidad de innovaciones científicas por muchas generaciones. 

 

Escribir sobre toda la productividad  científica e innovaciones del Dr. Fernando Ortiz Monasterio sería muy extenso. Publicó 221 artículos en revistas indexadas y diferentes medios impresos y 7 libros de texto de la especialidad  y áreas afines. Por eso quiero destacar lo que considero fueron sus contribuciones más importantes a lo largo de las diferentes etapas de su vida e incluir las referencias bibliográficas que considero tienen mayor trascendencia.

 

Después de realizar la residencia de la especialidad en Estados Unidos, el Dr. Fernando Ortiz Monasterio regresó a México en 1955 y creó el servició de cirugía plástica y reconstructiva del Hospital General de México. Poco tiempo después, formó la primera residencia de la especialidad afiliada a la División de Estudios de Postgrado en la Facultad de Medicina de la UNAM. Durante esta etapa tuvo gran interés en el manejo de las quemaduras y la cirugía de la mano (1-4). El interés por estas áreas de la especialidad seguramente estaba influenciado por su formación en un Hospital en Galveston, Texas con su mentor el Dr. Truhman Blocker, donde se manejaban muchos pacientes con quemaduras y por el hecho de haber realizado un fellowship en cirugía de la mano en north-western university, en chicago. También trabajo en el instituto mexicano del seguro social de 1955 a 1956, en el servicio que llamaba de quemaduras y cirugía de la mano y diseño la unidad de quemaduras en el centro médico nacional, en 1958.   Sin embargo, el tipo de  patología  a la que se enfrentó en México despertó su interés por las fisuras de labio y paladar hendido. Su pasión por reconstruir este tipo de malformaciones congénitas lo motivó a organizar la clínica multidisciplinaria de labio y paladar hendido en 1959 y a operar a pacientes en el interior del país a través de una unidad móvil para la atención de anomalías congénitas, a partir de 1968. Gracias a esta gran labor altruista, publicó múltiples artículos sobre técnicas quirúrgicas personales y estudios de antropometría en pacientes fisurados adultos no operados, mismos que fueron de gran trascendencia para la comunidad científica mundial interesada en esta malformación (5-7).

 

En 1977 el Dr. Fernando Ortiz Monasterio dejó el Hospital General de México para ocupar el puesto de Director Médico del Hospital Dr. Manuel Gea González, pero principalmente  con la idea de formar un nuevo servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva en México y desarrollar aún más la cirugía craneofacial. Su interés por esta subespecialidad, lo encaminó a formar la primera clínica multidisciplinaria para el manejo de malformaciones congénitas craneofaciales, integrada por diferentes especialidades como foniatría, ortodoncia, genética, ORL, oftalmología, dermatología, ortopedia, etc. De esta clínica se originaron múltiples aportaciones científicas, que además de darle el reconocimiento personal a nivel mundial, le dieron gran prestigio nacional e internacional al Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva y al Hospital General Dr. Manuel Gea González. De estas innovaciones científicas, hay 2, que por el número de citas en referencias bibliográficas se consideran  un clásico de la literatura mundial. Estas son 1) el avance en monobloque para el manejo de las craneosinostosis y 2) la distracción craneofacial como substituto de osteotomías mayores, para el manejo de la microsomía hemifacial (8,9). Además del manejo de malformaciones congénitas complejas, incorporó las técnicas quirúrgicas de cirugía ortognática para el tratamiento de alteraciones en la estética del esqueleto facial (10). Todos los que fuimos residentes del servicio a mediados de los 80´s y principios de los 90´s recordaremos siempre la famosa “semana del hueso”. Este curso internacional atraía a cirujanos plásticos de todo el mundo y durante varios días se llevaban a cabo cirugías ortognáticas en vivo para corregir alteraciones del esqueleto facial, talleres de osteotomías en cráneos y un programa académico del más alto nivel científico.  

 

Su permanente búsqueda de soluciones a problemas craneofaicales complejos lo motivó a describir técnicas quirúrgicas para el manejo del hiperteleorbitismo, el uso de expansores tisulares para las fisuras faciales, manejo del enofatalmos, la aplicación de la distracción mandibular para malformaciones como el síndrome de Piere-Robin, entre muchas otras de su aportaciones innovadoras (11-14).    

 

Sus contribuciones a la cirugía estética también son múltiples. Describió técnicas personales para el levantamiento de cejas, blefaroplastia de incisiones mínimas,  y cantoplastias para cambiar la inclinación de los párpados. Pero sin duda alguna, la cirugía que más lo apasionaba fue la rinoplastia. Recuerdo pláticas con el donde decía haber operado cerca de 10,000 rinoplastias a lo largo de su vida. De esta vasta experiencia surgieron algunas publicaciones sobre el manejo de la nariz mestiza y con piel gruesa, la rinoplastia de aumento y el libro sobre Rinoplastía, que incluye la descripción de todas sus técnicas personales (15-19). Una de las características más impresionantes de este gran científico fue la capacidad de motivar y apoyar otras áreas de la especialidad y la permanente búsqueda de innovar y estar a la vanguardia en los avances en nuestra especialidad. Ejemplo de ello es su participación en la Microcirugía Reconstructiva, que aunque él nunca la practicó, siempre dio el apoyo para que esta subespecialidad se desarrollara y contribuyó con ideas que terminaron en publicaciones científicas hasta el último día de su vida (20-21).

 

Su capacidad científica no solo se limitó a la cirugía plástica y reconstructiva. Poca gente sabe que el Dr. Fernando Ortiz Monasterio desde los inicios de su práctica participó de manera muy activa en la organización de programas de otras residencias médicas y siempre le gusto hablar y escribir sobre la participación social del médico. Escribió múltiples textos sobre la aspectos evolutivos y las características de la piel, así como acerca de la imagen corporal vista por los anatomistas a través de la historia (22-25).

 

Como habrán podido leer, el legado científico innovador del Dr. Fernando Ortiz Monasterio a la Cirugía Plástica Mexicana se percibe a través de su labor como profesor y su capacidad para generar entusiasmo y curiosidad en la permanente búsqueda del  conocimiento. La entrega tenaz a su trabajo cotidiano y el inmenso amor que sentía por sus pacientes fueron sin duda las máximas cualidades de este gran ser humano y  deberán ser el modelo de médico que debemos perpetuar las  generaciones presentes y futuras,  para  honrar eternamente la memoria del maestro Dr. Fernando Ortiz Monasterio.

Bibliografía:


1.  Ortiz Monasterio, F.:  El método expuesto en quemaduras.  Rev. Latinoamericana de Cirugía Plástica.  1:3, 1954.
2. Ortiz Monasterio, F. y Serrano, A.R.:  Reconstrucción del pulgar mediante trans-Posición del índice.  Rev. Med. Hospital General.  18:6, 1955.
3.  Ortiz Monasterio, F. y Serrano, A.R.:  Balance líquido y electrolítico en el tratamiento  de las quemaduras.  Rev. Latinoamericana de Cirugía Plástica.3:1, 1956.
4. Ortiz Monasterio, F:, Serrano, A.R., Barrera, G., Araico, J., Gutierrez, R.B., Estrella,J.E. y Ramírez Barreto, F.:  Comparative study in the treatment of extensive burns  with and without antibiotics.  Research in Burns. 9:229, 1962.
5. Ortiz Monasterio, F., Serrano, A.R., Valderrama, M. y Cruz, R.:  Cephalometric measurements on adult patients with non operated cleft palate.  Plast. & Reconstr. Surg.   24:1, 1959.
6. Ortiz Monasterio, F., Serrano, A.R., Barrera, G., Rodriguez Hoffmann, H. y Vinageras, E.:  A study of untreated adult cleft palate patients.  Plast. & Reconstr. Surg.  38:1, 1966.
7. Ortiz Monasterio,F.:  Mobile Unit for detection and care of craniofacial anomalies. Plast. & Reconstr. Surg. 55:2, 1975.
8. Ortiz Monasterio, F., Fuente del Campo, A. y Carrillo, A.: Advancement of the orbits and the midface in one piece combined with frontal repositioning for the correction of deformity.  Plast. &  Reconstr. Surg. 71:4, 1978.
9. Molina, F. y Ortiz Monasterio, F.: Mandibular elongation and remodeling by distraction: a farewell to major osteotomies,  Plast. & Reconstr. Surg. 96:4, 1995.
10.  Ortiz Monasterio, F.: Aesthetic surgery of the facial skeleton: the forehead, Clinics in Plast. Surg. 18:1, 1991.
11. Ortiz Monasterio, F. y Olmedo, A.: Reconstruction of major nasal defects. Clinics in Plast. Surg. 8:3, 1981..
12.  Ortiz Monasterio, F., Medina, O. y Musolas, A.: Geometrical planning for the correction of hypertelorism. Plast. & Reconstr. Surg. 86:650, 1990.
13. Ortiz Monasterio, F., Molina, F., Andrade, L., Rodriguez, C y Sainz Arregui, J.: Simultaneous Mandibular and Maxillary Distraction in Hemifacial Microsomia in Adults:  Avoiding Occlusal Disasters.  Plast. & Reconstr. Surg. 100:4, 1997
14. Ortiz Monasterio, F., Molina, F., Drucker, M. y Ysunza: Distraction Osteogenesis in Pierre Robin Sequence and Related Respiratory Problems in Children.  J. C.F. Surg. 13-1, 2002
15. Ortiz Monasterio, F., López Mas, J. y Araico, J.: Rhinoplasty in the thick skinned nose. Brit.  J. Plast. Surg. 27:1, 1974.
16. Ortiz Monasterio, F. y Olmedo, A.: Rhinoplasty on the mestizo nose. Clinics in Plast. Surg. 4:1, 1977.
17. Ortiz Monasterio, F., Olmedo, A. y Ortiz Oscoy, L.:  The use of cartilage grafts in primary aesthetic rhinoplasty.  Plast. & Reconstr. Surg. 67:5, 1981.
18. Ortiz Monasterio, F. y Michelena, J.: The use of augmentation rhinoplasty techniques  for the correction of the non-caucasian nose. Clinics in Plast. Surg. 15:1, 1988.
19. Ortiz Monasterio, F.: Rhinoplasty. W.B. Saunder, Co., Philadelphia, Pa. 1994

20. Santamaria, E., Morales, C., Taylor, J., Ortiz-Monasterio F. Microsurgical Reconstruction of the Mandible in Hemifacial Microsomia Plast Reconstr Surg. 122:1, 2008

21. Santamaría E.,  Correa S., Blubond-Langer R., Orozco H., Ortiz-Monasterio F. A shift from the Osteocutaneous Fibula Flap to the Prelaminated Osteomucosal Fibula Flap for Maxillary Reconstruction. Plast Reconstr Surg. 130: 1, 2012.

22. Ortiz Monasterio, F.:  El adiestramiento de los especialistas y reglamentación de las especialidades. Gaceta. Méd. Mex. 100:7, 1970.
23. Ortiz Monasterio, F.: La participación social del Médico.  Gaceta Méd. de Mex. 108:6, 1974.
24. . Ortiz Monasterio, F.: Las especialidades médicas en México.  Cirugía reconstructiva en “La Salud en México”. (Soberon, G., Kumate J., y Laguna, J.). Testimonios,1988.  Biblioteca Mexicana de Salud. México, 1988.
25.  Ortiz Monasterio, F.: La imagen corporal vista por los anatomistas a través de la historia.“Anatomía:  Diálogo entre Ciencia y Arte” Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, 2004

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