A partir de 1990, vivimos en la era de la informática, período donde la información es más rápida que el movimiento físico; esto es atribuido al uso popular del Internet por la facilidad para compartir contenidos (fotos, textos, vídeos y música). Lo que repercute en la forma de comunicarnos, aprender, tomar decisiones e implementar estrategias.
Sin embargo, con frecuencia en asambleas, juntas o reuniones de trabajo somos testigos de cómo se pierde el tiempo, estas son monótonas, tediosas y desmotivan a la participación activa. La falta de disciplina, moderación; conocimiento del tema y la discusión por "las formas" (cuando nosotros somos los responsables de ellas), hace que con frecuencia nos apartemos del objetivo.
Además, en la práctica es muy difícil reunirnos. Por ello, la toma decisiones claves se complica y nos ubica como un gremio con lenta capacidad de respuesta.
Quiero compartir el método de: Los 6 Sombreros para Pensar, publicado por Edward de Bono, escritor y psicólogo Maltés y famoso por haber acuñado el término: “pensamiento lateral”.
En su libro, de Bono, cita que basado en las teorías de Sócrates: quién defendía la importancia de la dialéctica y la discusión, Platón, quién consideraba que “la verdad última" se ocultaba bajo las apariencias y Aristóteles, que sistematizó la lógica de inclusión/exclusión, de las experiencias pasadas, el pensamiento occidental se ocupa de "lo que es", lo que está determinado por el análisis, el juicio y la discusión. En el pensamiento normal, juzgamos. Generalmente basamos las juntas en discusiones o debates, tratando de imponer "nuestra razón" o simplemente derrotar a nuestro interlocutor. Parece ser que las personas no deciden discutir porque sea su método favorito, simplemente lo hacen porque no conocen otro.
Sin embargo, esta manera implica ver al pasado, a situaciones que ya vivimos. Para avanzar de acuerdo con de Bono; necesitamos implementar “el pensamiento lateral”, cambiar el juicio por movimiento, hipótesis o suposición. Darle a nuestras juntas y reuniones otro sentido que tiene que ver con "lo que puede ser" y que implica un pensamiento constructivo y creativo. Y un "diseñar un camino hacia adelante". Este método, nos brinda: poder emplear al máximo inteligencia, experiencia y conocimientos para ahorrar tiempo, evita discutir, polemizar, confrontar, se elimina el ego de los participantes y se exploran los temas de forma neutra, objetiva y en todas direcciones, lo que no es posible en la discusión.
Sin embargo, esta manera implica ver al pasado, a situaciones que ya vivimos. Para avanzar de acuerdo con de Bono; necesitamos implementar “el pensamiento lateral”, cambiar el juicio por movimiento, hipótesis o suposición. Darle a nuestras juntas y reuniones otro sentido que tiene que ver con "lo que puede ser" y que implica un pensamiento constructivo y creativo. Y un "diseñar un camino hacia adelante". Este método, nos brinda: poder emplear al máximo inteligencia, experiencia y conocimientos para ahorrar tiempo, evita discutir, polemizar, confrontar, se elimina el ego de los participantes y se exploran los temas de forma neutra, objetiva y en todas direcciones, lo que no es posible en la discusión.
La clave de “pensar en paralelo” es analizar los puntos de uno en uno, evitando al mayor enemigo del pensamiento eficaz que es: la confusión.
De Bono invita a iniciar las Juntas colocándonos el sombrero azul: que es el del control, la disciplina y la organización. Así, un líder lleva la reunión con una guía de principio a fin, define el tema, los objetivos, las alternativas y la secuencia; asigna tiempo de un minuto a dos por persona, para réplica y contra réplica e invita a la participación de todos. Una vez definido el tema y los objetivos se da paso al sombrero blanco que es la lluvia de información, hechos y estadísticas, posteriormente al sombrero rojo donde podemos expresar nuestros sentimientos, intuición y emociones. A continuación, expresamos las posibles dificultades, problemas, obstáculos con el sombrero negro, lo que determina precaución y cautela; para dar paso al pensamiento del sombrero amarillo que nos proporciona los beneficios y los valores que podríamos lograr, luego apoyados por el sombrero verde incorporar alternativas, nuevas ideas, enfoques y creatividad, para concluir con el sombrero azul con soluciones, diseño de estrategias y siguientes pasos.
Esta forma de conducir las juntas de trabajo ha contribuido en grandes y pequeñas empresas a hacerlas más expeditas y participativas; logrando resultados y optimizando tiempo y recursos.
La AMCPER somos todos. ¡Ponte la bata!
Por. Dr. Eugenio Rodríguez Olivares