Desde su creación, la AMCPER ha sido ejemplo a seguir por cualquier Colegio, Asociación o Sociedad de Profesionistas en nuestro país. Nuestros fundadores decidieron convertirla en una Institución reconocida por propios y extraños y a nivel Nacional e Internacional, logrando consolidar una organización fuerte, ética, honorable y humanista que aglutina a todos los Cirujanos Plásticos mexicanos sin propósito alguno de carácter económico o político; siempre pensaron en aspectos académicos, sociales y profesionales en beneficio de los propios Cirujanos y de la Sociedad.
El rápido crecimiento que hemos tenido en los últimos años, nos ha obligado a recapacitar en muchos aspectos sobre nuestra Institución. Hoy en día es necesaria la actualización, no sólo de los aspectos técnicos y científicos para el desarrollo de la especialidad, también debemos cambiar lo que se ha quedado anticuado y por eso es preciso modernizarnos.
Requerimos revisar nuestros estatutos, el código de ética y los reglamentos que dictan el funcionamiento de nuestra Asociación y de cada uno de nosotros como miembros de ella. El número de miembros asociados se ha incrementado notoriamente y es una obligación de la mesa directiva renovar éstos documentos para permitir y facilitar la participación de todos.
Además debemos perfeccionar el proceso de elecciones en nuestra institución, es necesario poner en vigor un reglamento que establezca reglas claras y precisas que garanticen la participación equitativa de todos los miembros asociados con el objetivo de acceder a los puestos dentro de la AMCPER; que sea fiable, imparcial y transparente para la consolidación de nuestra democracia.
Debemos velar para que los principios de justicia y equidad guíen todas las actividades relacionadas con las elecciones internas y valorar nuevas condiciones para dar oportunidad no sólo a quienes se hayan desempeñado en cualquiera de los puestos dentro de la Institución, también abrir la posibilidad a Cirujanos Plásticos con talentos tanto políticos como científicos que no optan por participar en las diferentes responsabilidades de nuestra Asociación a pesar de estar interesados en formar parte de su estructura, debido a los “candados” en los actuales Estatutos. Lo que no es equitativo.
Es una labor enorme pero necesaria para continuar el rumbo que decidieron desde un inicio nuestros precursores. Debemos continuar con esa tarea y conservar el espíritu de la institución colegiada, de camaradería y de solidaridad profesional que es actualmente nuestro gremio.
La AMCPER debe seguir siendo la casa de todos los Cirujanos Plásticos Mexicanos que luche por preservar nuestra especialidad y nuestra integridad; sin embargo, para ello, es tiempo de renovarse o morir.
Es tiempo de renovarse o morir.
Por. Dr. Raúl Figueroa García