En la actualidad es común que los diversos medios de comunicación: Prensa, Radio, Televisión e Internet; acudan con profesionales e intenten conducir al entrevistado a terrenos difíciles donde las respuestas se tornan complicadas o se tiene que contestar como el entrevistador lo sugiere con el fin de lograr una entrevista que les resulte a “modo” del giro del medio o para que se convierta en una “nota amarilla”, y llamar la atención del público. Por ello, es necesario ser asertivo, congruente y claro en nuestros comentarios.

El concepto de asertividad, se emplea en referencia  a una estrategia de comunicación que se ubica en medio de dos conductas opuestas, que son: la Pasividad y la Agresividad.

Los expertos en comunicación asocian la asertividad a la madurez. La persona asertiva logra establecer un vínculo comunicativo sin agredir a su interlocutor y sin quedar sometido a su voluntad. Por ello, pueden comunicar sus pensamientos e intenciones y defender sus intereses. La asertividad tiene que ver con factores emocionales e intrínsecos de la personalidad. Las personas con buena autoestima, tienen más facilidad para serlo. Existen algunas causas por las que personas no son asertivas, como la falta de carácter, de creencias e ideologías, el depender de otros, no tener fuerza para expresar sus derechos o carecer de objetivos y metas en la vida. 

Los psicólogos establecen que uno de los ámbitos donde más se requiere de ésta habilidad es en el campo laboral y profesional, donde día a día se tienen que cumplir metas y objetivos. Por todo ello queda patente que para desarrollar nuestra asertividad, debemos hacer uso de nuestros conocimientos, el carácter, la autoestima, nuestra personalidad y la confianza en nuestras posibilidades.